El ritual del caviar
El caviar es un alimento verdaderamente delicado y por ello, es importante seguir una serie de pasos y condiciones para poder disfrutarlo en todo su esplendor. Lo primero que debe saber es que es un alimento que debe mantenerse a temperaturas frías y abrirse específicamente en el momento que se vaya a degustar por lo que, su consumo no debería pasar de 6 meses desde que se produjo, de esta forma podrá tener la seguridad de que está consumiendo caviar fresco.
Además, el caviar requiere de toda una presentación propia bastante estricta. Para empezar, y como adelantábamos antes, el caviar es un alimento que debe mantenerse frío por lo que, lo ideal sería presentarlo en su recipiente original (de lata o de cristal) pero, siempre sobre hielo, ya que su temperatura media debe ser de 4 ºC, incluso cuando ya está servido en la mesa.
También, no se recomienda servirlo en una cavidad metálica ni tomarlo con cuchara de plata, ya que, al estar en contacto con ciertos metales, el caviar puede sufrir una pequeña oxidación y acabar con cierto gusto metalizado. Para servirlo, es mucho mejor el nácar o el marfil. En nuestra web, podrás encontrar nuestros platos y cucharas de nácar realizados de manera artesanal y perfectos para servir un producto de tanto lujo y exquisitez como el caviar.
Ahora, vendría la mejor parte: la degustación. Normalmente, los expertos toman una pequeña cantidad de caviar y la colocan entre el dedo índice y el pulgar, para atemperarlo y que libere su aroma. Después, lo posan en la lengua y dejan que se deshaga y se funda intentando no masticarlo. Por otro lado, debe saber que, el caviar debe ingerirse en pocas cantidades. Nosotros siempre recomendamos no llenar la cucharada entera, sirviendo no más de 60 gramos por persona de esta manera, podrás notar mejor sus matices y sabores.
El caviar sirve como entrada a cualquier plato principal, así como también puede consumirse solo o en compañía de blinis (tortas finas de harina), en huevos picados, con mariscos y en formato carpaccio y acompañándolo de bebidas como el champán, el vodka o el vino blanco seco, por ejemplo. Este tema en específico, lo hablaremos en el siguiente post de nuestro blog.